La crisis económica y el hecho de que las parejas se queden en casa para no gastar dinero lleva a algunos a elegir el sexo como método de adelgazamiento.
Por: Antonio Ortí
El primero en disertar sobre "la dieta del sexo" fue Richard Smith, el que fuera durante 13 años director de "The British Medical Journal", cargo que le procuró cuatro premios de periodismo médico. Como buen británico, Smith escribió un manual de finísimo humor titulado 'Cómo adelgazar follando', editado en España por Debolsillo en su colección 'Best Seller', donde, en su afán por justificar este peculiar método, el autor esgrimía que "mientras uno está ocupado con otras cosas (con hacer el amor...) no come innecesariamente".
La tesis de partida es que los movimientos pélvicos, la aceleración de la respiración, el incremento de los latidos cardiacos, la dilatación de los vasos sanguíneos de los genitales, los espasmos musculares y el orgasmo consumen tanta energía como muchos otros ejercicios físicos no tan placenteros.
Durante la relación sexual el organismo olvida el estrés, las hipotecas superhinchadas y en qué se han gastado el dinero los bancos. "Las endorfinas que libera el organismo durante la relación sexual hacen que nos olvidemos del estrés y la ansiedad que nos impulsa a ingerir alimentos compulsivamente. El sexo levanta el ánimo de forma natural y aleja de los vicios de la comida", dice Smith.
En concreto, el que fuera director de "The British Medical Journal" calcula que en una relación de 20 minutos se consumen aproximadamente 150 calorías, más que jugando media hora a badminton (125 calorías), a golf (108) e igual que paseando rápido o yendo en bicicleta durante 30 minutos.
Más datos: desvistiendo a la pareja quemamos 120 calorías pero si es sin su consentimiento la cifra llega a 187. Tener un orgasmo hace quemar 27 calorías si es real y....¡160 si es fingido!. Dar un apasionado beso representa 60 calorías, las caricias consumen 20 calorías, realizar un striptease alrededor de 60 y la postura del misionero 240 (hay otras más complicadas que llegan a 400). Si el orgasmo es la ducha o en la bañera la cifra se dispara hasta las 500 calorías.
Así que el mensaje es claro: si te has quedado sin trabajo y ya no puedes pagar el gimnasio (aunque te aconsejamos que lo hagas), recurre al sexo: practicándolo 3 veces por semana quemarás 7.500 calorías al año. menshealth.es
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Por: Antonio Ortí
El primero en disertar sobre "la dieta del sexo" fue Richard Smith, el que fuera durante 13 años director de "The British Medical Journal", cargo que le procuró cuatro premios de periodismo médico. Como buen británico, Smith escribió un manual de finísimo humor titulado 'Cómo adelgazar follando', editado en España por Debolsillo en su colección 'Best Seller', donde, en su afán por justificar este peculiar método, el autor esgrimía que "mientras uno está ocupado con otras cosas (con hacer el amor...) no come innecesariamente".
La tesis de partida es que los movimientos pélvicos, la aceleración de la respiración, el incremento de los latidos cardiacos, la dilatación de los vasos sanguíneos de los genitales, los espasmos musculares y el orgasmo consumen tanta energía como muchos otros ejercicios físicos no tan placenteros.
Durante la relación sexual el organismo olvida el estrés, las hipotecas superhinchadas y en qué se han gastado el dinero los bancos. "Las endorfinas que libera el organismo durante la relación sexual hacen que nos olvidemos del estrés y la ansiedad que nos impulsa a ingerir alimentos compulsivamente. El sexo levanta el ánimo de forma natural y aleja de los vicios de la comida", dice Smith.
En concreto, el que fuera director de "The British Medical Journal" calcula que en una relación de 20 minutos se consumen aproximadamente 150 calorías, más que jugando media hora a badminton (125 calorías), a golf (108) e igual que paseando rápido o yendo en bicicleta durante 30 minutos.
Más datos: desvistiendo a la pareja quemamos 120 calorías pero si es sin su consentimiento la cifra llega a 187. Tener un orgasmo hace quemar 27 calorías si es real y....¡160 si es fingido!. Dar un apasionado beso representa 60 calorías, las caricias consumen 20 calorías, realizar un striptease alrededor de 60 y la postura del misionero 240 (hay otras más complicadas que llegan a 400). Si el orgasmo es la ducha o en la bañera la cifra se dispara hasta las 500 calorías.
Así que el mensaje es claro: si te has quedado sin trabajo y ya no puedes pagar el gimnasio (aunque te aconsejamos que lo hagas), recurre al sexo: practicándolo 3 veces por semana quemarás 7.500 calorías al año. menshealth.es
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